22 de marzo de 2011

No sé si esto sólo pase en México, pero lo odio.

Típico que llegas a las 6 de la mañana o antes y te encuentras con una mega fila. Esperas como una hora hasta que abren y de paso entras a seguir esperando.


Pareciera que para contratar al personal piden como requisito ser analfabeta y misántropo, que tenga como defectos ser impuntual, aburrido, que no tenga sentimientos, capaz de reprimir algún indicio de remordimiento y sobre todo que no le importe lo que los demás piensen sobre él o ella. 


Una vez que llega el momento en el que deberían comenzar a atenderte prefieren platicar entre ell@s, desayunar, se maquillan, critican a las personas o contemplan la nada entre otra serie de actividades igual de productivas.


Si tienes dudas sobre el procedimiento a seguir, ni se te ocurra interrumpirlas en lo que estén haciendo porque te ven de la forma más horrenda.


Esperas y esperas,  cuando al fin es tu turno, te dicen que te hace falta un papel o que ahí no es el lugar que te corresponde para realizar tu trámite.


Peor tantito si correponde al sector salud. Debes llegar casi muriendo para que te tomen en cuenta o con algún órgano de fuera. Pero si es cambio de turno ni aunque llegues muriendo porque aparte de todo salen muy puntuales a su hora de comida o los suertudos sindicalizados que salen temprano se van a casa.


Moraleja: Si lo tuyo no es el estudio, ni el esfuerzo, ya sabes a dónde ir y pedir trabajo.


Mamá... cuando crezca quiero ser burócrata!!

DYA L

Cualquier cosa nos inspira

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