6 de diciembre de 2010

¿Para qué los límites?

Muchas veces he sido cuestionada por la gente, amigos o simples conocidos, me preguntan ¿Por qué siempre pido tanto, por qué exijo tanto, no lo de mi persona, también de y a los demás; por qué es que siempre pido sabiendo qué es muy poco probable qué obtenga lo que quiero.

A menudo me dicen que es más fácil no pedir de más, no exigirse de más, porque a la larga la decepción es el resultado más seguro con el que te toparás.

Pero, ¿cuántas veces nos vamos por el camino sencillo? Muchas.

¿Cómo aprendemos más y cómo conocemos más?

¿Yéndonos por el camino mas "light" o por aquel qué sabemos requerirá de trabajo, dedicación y determinación?

Personalmente he de admitir que la mayoría de las veces me es muy tentador irme por el camino fácil, recorrer el camino sin preocuparme, pero me retracto un poco y me digo a mi misma: “toma ese camino y terminarás pronto, obtendrás algo quizá y aprenderás poco; toma aquel camino que te pide vayas más allá de tus límites, que te exijas más de ti misma, que no te quedes al margen y si, probablemente cometerás errores, probablemente te caerás y te dolerá, probablemente te decepcione la gente o te decepciones a ti mismo. Pero sabrás que la siguiente ocasión esos límites ya los sabrás pasar.”

Aún sabiendo que lo más seguro es que no consiga todo lo que quiero, se que por lo menos una cosa conseguiré, un reto sobrepasaré, una idea plasmaré y magia presenciaré. Y el saber y darme cuenta que no puedo obtener todo lo que pido y quiero, me hace querer ir más allá porque se que puedo cruzar el límite y conseguirlo.

¿Cómo lo se? Porque día a día me lo demuestro y me lo demuestra la gente a mi alrededor, porque me es suficiente con una sonrisa, un abrazo, un "bien hecho" o con el simple sentimiento de saber que di todo de mi.

Por eso es que yo siempre pido más, yo no sólo quiero una bolsa, yo quiero la bolsa, los zapatos y el vestido que combine; yo no sólo quiero plasmar una idea, quiero plasmar mil ideas; no sólo quiero tener un amigo, quiero tener un confidente, un hermano más; no sólo quiero ver el amanecer, quiero ver el anochecer, la luna y la primera estrella de la noche también.

Por eso dije: “Quiero una mascota, pero no cualquier mascota, quiero un Panda”

¿Y que creen?

Ahora tengo un PANDA!!!!!





Nunca dejes de querer más.

Cualquier Cosa Nos Inspira.

Lavinia

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