Mi primer amor.

¿Acaso no es hermoso cuándo alguien expresa sus sentimientos? ¿Cuándo alguien te dice de forma extraordinaria cuánto te quiere? ¿No es acaso el primer amor el más fantástico y hermoso recuerdo?

Para mi lo es, y lo es, porque fue aquel que creo en mi la ilusión y esperanza por el amor eterno.

A continuación les comparto mis dos poemas, poemas que forjaron el principio de este hermoso sentimiento.

Poema libre.

Pueril mirada con esencia guardada dada. Guarda
mirada de bello incógnito dada esencia al
enfrascamiento en el pulcro frasco dado con tapa
pueril serafín en el frasco esencial ávido de
conciencia a sí. Pueril dada guardada fraseo
parafraseo desea emerger del pulcro ideal
pensar hablar meditar discurrir fluir mirada
dada esencia guardada en frasco de blanca
porcelana almidonada dada a la mirada
romance atisbo contemplativo guardado dado
en frasco fastuoso.
Pared decorada dada deco decó decorada
déco oscuro obscuro de sol reflejado dado
decorada pared frente a tu unidad sustancial.
Mirada pueril serafín codicia a si necesaria
deseada dada esencia de una esbozo del libro
que anhelo en tu ser pueril dada
fehaciente inherencia dada.

A. Cotero.

Sin título.

Musa del artista. Musa crea su manifiesto.
Muda incandescente.
Musa a la que cae mayor parte de luz en sí misma.
La luz se ensimisma. Da vuelcos sobre su cuerpo.
Teoría no estudiada, apenas se escriben rudimentos.
La naturaleza rodea a la musa.
La naturaleza rodea al artista.
¿Cabe la posibilidad de que ambos caminen sobre lirios?
Musa. ¡Hermosa musa!
¿Qué ha de brillar en ella sino la luz de su espíritu?
Sus bosquejos, hablan de ella, sobre ella.
Creación divina del espíritu del artista.
La musa quema, mas no miente.
Artista, tienes a tu musa.
Artista apenas se atreve a opinar, y si lo hace, es
para limitarse a comprobar que determinada mujer
lo impresiona.
Artista crea. Crea más. Crea desmesurado.
Creación pura.
Artista cae. Cae como Ícaro torpe por su musa.
La musa quema. Mas no miente.

A. Cotero.

Este post está dedicado a mi primer amor, aquel que ame y sigo amando.

Monse.